Cuando solicitas una cotización para un equipo de elevación, como un elevador de tijera o un brazo articulado, es común encontrarse con dos términos que pueden prestarse a confusión: altura de trabajo y altura de plataforma. Aunque suenan similares, representan cosas distintas y entender la diferencia puede ayudarte a evitar errores, demoras y costos innecesarios.

La altura de plataforma se refiere a la altura real desde el suelo hasta donde se encuentra la plataforma del equipo. Es decir, hasta qué punto puedes subir físicamente con la máquina. Por ejemplo, si un elevador tiene una altura de plataforma de 10 metros, eso significa que su base llega hasta esa medida exacta desde el suelo.

La altura de trabajo, en cambio, es una estimación estándar que suma 2 metros adicionales a la altura de plataforma. ¿Por qué? Porque se asume que una persona promedio puede alcanzar hasta 2 metros por encima de la plataforma cuando está de pie sobre ella. Así, un equipo con plataforma de 10 metros tendría una altura de trabajo de 12 metros.

Este detalle técnico, aunque parezca menor, puede generar grandes malentendidos. A veces, un cliente pide un equipo para 14 metros de trabajo, pero en realidad necesita uno con plataforma a 14 metros, lo que requiere una altura de trabajo de 16. Si no se aclara esto en la cotización, podrías recibir una máquina que simplemente no cumple con lo que necesitas.

En RendaloMaq vemos esto con frecuencia: cotizaciones mal interpretadas que terminan en equipos cambiados a última hora o incluso en riesgos en la obra por forzar el alcance. Nuestro consejo: sé específico en tu solicitud. Si estás trabajando a una altura concreta (por ejemplo, instalando luminarias o reparando fachadas), indica claramente si esa es la altura de trabajo o la altura a la que debe llegar la plataforma.

Un truco práctico para recordar: si tú necesitas trabajar a 18 metros, pide una máquina cuya altura de plataforma sea de al menos 16 metros. Deja que el proveedor te ayude a traducir esa necesidad en el equipo adecuado. En plataformas elevadoras, 2 metros hacen una gran diferencia.

Además, al cotizar con precisión, no solo evitas errores, sino que también puedes ahorrar dinero. Una máquina más alta suele tener un mayor costo diario o semanal, por lo que elegir solo lo que realmente necesitas evita sobrecostos. Esa diferencia se nota, especialmente en proyectos largos o con múltiples equipos.

En resumen, conocer la diferencia entre altura de trabajo y altura de plataforma es clave para optimizar tus recursos, mejorar la seguridad de tu obra y agilizar el proceso de arriendo. Si tienes dudas, en RendaloMaq estamos listos para ayudarte a elegir el equipo ideal con asesoría personalizada.